Dermatología

En nuestro servicio de Dermatología brindamos atención integral a pacientes con afecciones cutáneas frecuentes o poco comunes, abordando tanto enfermedades específicas de la piel como manifestaciones dermatológicas de patologías sistémicas.

Nuestro objetivo es ofrecer un enfoque preventivo y terapéutico de alta calidad, con métodos de diagnóstico actualizados y tratamientos de última generación adaptados a cada paciente.

La piel: una barrera vital

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y lo recubre por completo. Su función principal es protegernos del medio externo, actuando como una barrera frente a microorganismos y agentes potencialmente dañinos. Además, absorbe la radiación solar, evita la pérdida excesiva de líquidos, regula la temperatura corporal y cumple un rol clave en la respuesta inmunológica.

Su grosor, color y textura varían según la zona del cuerpo. Por ejemplo, el cuero cabelludo contiene más folículos pilosos que cualquier otra parte, mientras que las palmas de las manos y las plantas de los pies no tienen ninguno.

Se encuentra formada por tres capas (epidermis, dermis y tejido celular subcutáneo) y cada una de ellas cumple funciones especificas.

Epidermis: Es la capa más externa. Actúa como primera barrera protectora, impidiendo la entrada de bacterias, hongos y rayos ultravioleta.

Dermis: Es la capa intermedia, más gruesa, elástica y resistente. Protege frente a traumatismos y ayuda a regular la temperatura. Contiene terminaciones nerviosas que nos permiten percibir el tacto, el frío, el calor y el dolor.

Hipodermis: Es la capa más profunda y se encarga principalmente de almacenar grasa. Esta reserva ayuda a mantener el calor corporal y actúa como amortiguador frente a golpes.