La cerveza y el deporte

18-11-2016
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Según un estudio realizado en el año 2013 por la Universidad de Granada y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ambas de España, el consumo moderado de cerveza puede favorecer una rápida y efectiva rehidratación y evitar dolores musculares tras la práctica deportiva.

La cerveza es una bebida fermentada, de baja graduación alcohólica (4º-5º), con unas características específicas en su composición que la diferencian del resto de bebidas y que le confieren un especial interés nutritivo. Elaborada a partir de ingredientes naturales (agua, cebada malteada y lúpulo), tiene un bajo contenido calórico (45 kcal/100 ml) y numerosos nutrientes (vitaminas del grupo B, fibra y minerales).

Ingredientes

- Agua: es un elemento esencial en la elaboración de la cerveza. Para ello se usa agua pura, potable, estéril, libre de sabores y de olores extraños. De forma natural, el agua contiene una serie de sales que influyen en la calidad de la cerveza. Por ejemplo, los minerales más importantes son el calcio, que influye en la turbiedad y el color; los sulfatos, que intervienen en el amargor de la cerveza; y los cloruros, que afectan a la textura de la bebida.

- Cebada: la calidad de la cebada empleada en la obtención de la malta ejerce un papel importante en la elaboración de la cerveza, por lo que se seleccionan aquellas variedades de mejores cualidades cerveceras.

- Lúpulo: se emplea para aromatizar la cerveza y obtener el característico sabor amargo de la bebida. Esta planta, además de contribuir a la estabilidad de la espuma, aromatiza y tiene propiedades antisépticas. De hecho, las cervezas lupuladas son más resistentes al deterioro microbiológico y la medicina moderna ha demostrado que el lúpulo contiene más de veinte compuestos que ejercen una función sedante y que ayudan a tranquilizar.

Nutrientes

La cerveza posee más de 2.000 componentes que proceden de sus ingredientes o como consecuencia del proceso de fermentación de sus materias primas. Su composición nutricional ha generado una creciente investigación y se han publicado numerosas investigaciones científicas que confirman su actividad antioxidante y, por lo tanto, sus beneficios sobre la salud.

- Vitaminas
La cerveza es una buena fuente de vitaminas, especialmente de la mayoría de vitaminas B (niacina, riboflavina (B2), pridoxina (B6) y cobalamina (B12)). Diferentes investigaciones demuestran que el consumo de cerveza en la dieta provoca una mayor biodisponibilidad de estas vitaminas.
Asimismo, la cerveza es una importante fuente de ácido fólico o folato (vitamina B9), esencial para el sistema nervioso y la regeneración de las células, que ayuda también a regular los niveles de homocisteína, factor de riesgo en enfermedades cardiovasculares, disminuye el riesgo de malformaciones en la médula espinal y previene gran parte de los defectos del tubo neural en el nacimiento. En concreto, la cerveza contiene 3 microgramos de ácido fólico por cada 100 ml.

- Minerales
Según estudios de la Universidad de Extremadura[1] y del King’s College of Londres[2], la cerveza posee minerales como silicio, magnesio, fósforo y potasio; que podrían estar asociados a la prevención de enfermedades óseas, disminución de riesgo de la enfermedad de Alzheimer y la mejora de los síntomas de la menopausia. Por otro lado, la cerveza es una bebida con muy bajo contenido en sodio, por lo que puede ser considerada una bebida opcional en la confección de dietas hiposódicas[3].

- Polifenoles (antioxidantes)
La cerveza contiene además polifenoles que, como antioxidantes naturales, podrían proteger contra las enfermedades cardiovasculares y en la reducción de los fenómenos oxidativos responsables del envejecimiento del organismo[4]. Uno de los polifenoles más destacados de la cerveza es el xanthohumol, presente en el lúpulo, que según diversas investigaciones científicas podría poseer actividad quimiopreventiva[5],[6].

- Maltodextrinas
Entre los componentes de la cerveza destacan las maltodextrinas naturales, carbohidratos complejos de absorción lenta que se metabolizan liberando progresivamente unidades de glucosa. En nutrición deportiva, las maltodextrinas facilitan una adecuada hidratación, lo que sugiere que la cerveza podría considerarse como bebida apta para ser consumida, de forma moderada, por los deportistas después de la práctica de ejercicio[7]. La formulación de bebidas con Maltodextrinas corrige la posibilidad de hipoglucemia ya que esta sustancia se metaboliza lentamente liberando unidades de glucosa que pasan progresivamente a la sangre y dan lugar a un pico de concentración en plasma menos elevado y más extendido.

- Fibra soluble
Otro de los nutrientes que contiene la cerveza es la fibra soluble, que ayuda a evitar el estreñimiento y contribuye a la disminución de la hipercolesterolemia. El consumo moderado de cerveza ayuda a cubrir los requerimientos de fibra soluble, siendo la bebida de mayor aporte de este nutriente a nuestra dieta[8].

La cerveza en la recuperación de deportistas

El Prof. Manuel Castillo-Garzón de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada indica que la ingesta de una moderada cantidad de cerveza tras el ejercicio intenso puede, por su contenido de carbohidratos, minerales y vitaminas, mantener niveles más altos de glucosa plasmática y atenuar las respuestas hormonales de estress, además de reducir las perturbaciones del sistema inmune.

El Prof. Jesús Román Martinez de la Universidad Compultenese de Madrid señala que en el ejercicio físico, en esepcial el aeróbico, aumenta de manera espectacular el consumo de oxígeno por el músculo. La cerveza es una bebida caracterizada por un alto contenido de antioxidantes por lo que un consumo moderado después de la actividad física podría ser útil para permitir una mejor recuperación después del esfuerzo.

El profesor de Fisiología del Ejercicio del INEF y la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, Joan Ramón Barbany, comentó que la ingesta de cerveza se presenta ¨como una alternativa saludable y recomendable¨ por sus efectos favorables sobre los dolores musculares de aparición tardía y de otros trastornos musculares.


Fuentes:

[1] Pedrera JD. Lavado JM. Roncero R. Calderón J. Rodríguez T, Canal M. Department of Nursing, University of Extremadura, Cáceres, Spain “Effect of beer drinking on ultrasound bone mass in women”. Nutrition 2009:1057-1063.

[2] Supannee Sripanyakorna, Ravin Jugdaohsingha, Hazel Elliotta, Caroline Walkera, Payal Mehtaa, Sera Shoukrua, Richard P. H. Thompson and Jonathan J. Powell, British “Silicon, ethanol and connective tissue health: a case for moderate beer consumption” British Journal of Nutrition; Volume 91; Issue 03; March 2004, pp 403-409

[3] Martínez JR, Villarino A, Cobo JM “Propiedades de la cerveza sin alcohol”. Centro de Información Cerveza y Salud. Estudio 7. Marzo 2001

[4] Valls V. Codoñer P. González-San José M.L. Muñiz, P. “Biodisponibilidad de los flavonoides de la Cerveza. Efecto antioxidante in vitro”. Centro de Información Cerveza y Salud. Estudio 14. Febrero 2005

[5] Magalhães PJ, Carvalho DO, Cruz JM, Guido LF, Barros AA. Fundamentals and health benefits of xanthohumol, a natural product derived from hops and beer. Natural Products Communication. 2009; 4(5):591-610.

[6] Gerhäuser C. “Phenolic Beer Compounds to Prevent Cancer”. Beer in Health and Disease Prevention. 2009; 68:669

[7] Sendra J. M. Carbonell J. V. “Evaluación de las propiedades nutritivas, funcionales y sanitarias de la cerveza, en comparación con otras bebidas”. Centro de Información Cerveza y Salud. Estudio 3. Febrero de 1999.

[8] Goñi I, Díaz Rubio ME, Saura-Calixto F. “Dietary fever in beer: Content, Composition, Colonic Fermentability and contribution to the diet” Beer in Health Disease Prevention. 2009; 28:299

www.cervezaysalud.es / Simposio ¨Cerveza, Salud y Deporte¨ Facultad de Medicina, Universidad de Granada / Consejo Superior de Investigaciones Científicas - CSIC - www.csic.es

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